1. Don Augusto Gil, no solo era un comerciante de abolengo, sino que además un inventor obstinado. Son muchas las patentes que publicó en órganos impresos de la época, detallando con guías ilustradas el correcto funcionamiento de sus aparatos. Entre sus inventos, está el proyecto de un artefacto que simularía la lluvia para riego de cultivos.

PD: No sabemos si alguno de sus proyectos fue llevado al terreno empírico.

2. Su gran rival fue Don Sixto Quevedo, quien también vendía sombreros y quien también los llevaba al extranjero, sin embargo Don Augusto, como buen visionario, tuvo la ventaja de bautizarlos para el mundo como los archiconocidos "CelendinHats".

3. Aunque no hay mayores luces ni explicaciones sobre lo que realmente le ocurrió, sabemos que el joven Augusto perdió el ojo derecho, y que después lo reemplazo por uno de vidrio, y en algunas ocasiones usaba un parche negro, que le daba esa esencia enigmática con la que siempre se le asoció.

4. Extravagante y con un extraño sentido del humor. Don Augusto, como todo visionario, tenía maneras distintas de abordar las cosas. Podía por ejemplo, perdonar deudas costosas, o hacer un juicio por un tronco de eucalipto. Invitar un banquete a sus amigos, o hacer que ellos mismos se los paguen. Sin duda alguna esa fuerte personalidad es lo que distingue a don Augusto Gil de otras personalidades celendinas.

5. El Rey Midas Shilico, llevó sus sombreros a muchos países de Europa entre los que destacan Alemania e Inglaterra, se paseó con ellos hasta en el propio palacio de Buckingham pero sin duda alguna, la anécdota inglesa es la más hermosa. Ya que nuestro ilustre paisano, rompió los protocolos permitidos por la corona británica, obsequiando dos sobreros de paja toquilla al Rey Jorge VI y a su esposa, enfatizando que fueron confeccionados por las delicadas manos de una mujer celendina. Los reyes accedieron a colocarse la prenda, y agradecieron el gesto, está demás contar que al día siguiente Don Augusto vendió más de 2 mil sombreros a Gran Bretaña. 

Filántropo millonario, inventor, comerciante, un hombre honesto, desprendido y alguna que otra vez, un hombre de un fino humor negro. Supersticioso, enigmático, dueño de una personalidad inigualable, inteligente y visionario. Asi fue nuestro gran Augusto Gil. El Rey Midas shilico.